Carmen
— ¡Suélteme! ¡No me toquen! — gritaba mientras veía que se llevaban a Xavier.
Él había puesto en riesgo su vida por mí, y solo por eso había dejado de pelear, pero creo que lo mejor hubiera sido que no lo hiciera. A pesar de todo, sabía que Aníbal no me quería hacer daño... al menos no de