—Vaya, vaya, vaya—¡si no es Álex! Dime, ¿en serio esperas conseguir un trato de distribuidor con Kingston?
Clara se burló venenosamente, sus ojos fríos mirando hacia abajo a Álex como si no fuera más que tierra bajo sus zapatos de diseñador.
Álex casualmente dirigió su mirada hacia Charles, su voz con filo de burla.
—¿Qué pasa, Charles? ¿No le dijiste a tu amiga aquí exactamente quién soy?
Clara se volteó hacia Charles, curiosidad mezclándose con desdén en sus ojos entornados.
—Charles, ¿cuál es exactamente esta gran posición que él reclama?
—¿Álex? —Charles estalló en risa despectiva, la diversión cruel resonando duramente por el cuarto.
—¡Por favor! ¡No es más que un pedazo de basura sin valor! Se metió su camino patético a la cama de Jasmine, convirtiéndose en su juguete personal a través de engaño.
—Mi hermanita fue lo suficientemente ingenua para darle el título de Médico Jefe en Farmacia Kingston—nada más que caridad para un parásito.
—Creo que le suplicó a Jasmine por la posició