Domando a la bestia
Domando a la bestia
Por: Crespo Yuli
Capítulo 1

POV Elizabeth

—¿Estás demente? ¿A eso has venido despues de 7 años?

Le pregunte a ivan, quien habia llegado a mi casa, de manera descarada mientras yo me encontraba en el umbral y el me observaba con una enorme sonrisa al verme acorralada.

—¿No me vas a negar que es una buena idea? después de todo, no tienes muchas opciones

El muy idiota enarca una ceja y las ganas de golpearlo me invaden por completo.

—Tienes hasta mañana al medio día para darme una respuesta.

Puntualiza y se gira sobre sus talones dispuesto a marcharse, pero antes hacerlo, yo queria dejarle muy clara mi posición.

—¡Ivan¡ que te quede muy claro, no me pienso casar contigo, ni hoy, ni mañana, ni nunca, así que te puedes largar por donde has llegado

Golpee su espalda en un par de ocasiones, hasta que se giro, quedando frente a mi, para cuando finalice, señale su hermoso auto

El sonrio con ironía, tomando una de mis manos, la cual sin siquiera desearlo descansaba sobre su pecho, ivan dirigio su mirada a esta, para enseguida apartarla con algo de repulsión.

—Hasta mañana al medio día espero tu respuesta, y es mi última oferta

Volvio a girarse con cierto orgullo en su voz, esta vez; colocandose unas gafas oscuras, para caminar a su auto e inmediatamente marcharse.

Molesta solo tire la puerta tras el y trate de respirar profundo para calmar la ira que me azotaba

¿Este hombre se ha vuelto loco?

Desaparecio de mi vida durante siete años y ahora aparece de la nada a pedirme matrimonio, definitivamente la gente rica, piensa que todo el mundo tiene un precio y que el dinero es la solución a todos los males, cuando en realidad están verdaderamente equivocados, para mi, mi prioridad es mi madre y hanna, no una herencia tonta por cobrar del distinguido señor ivan lombardi

Cansada y con sueño, camine hasta mi habitación, tenía que dormir antes de trabajar de nuevo, trabajaba en horario nocturno y debido a la tonta visita de ivan no había podido pegar un ojo en todo el día.

—¡Eli!

Escucho el grito de hanna apenas tome asiento en el borde de mi cama y cuando gire mi vista la halle de pie en la puerta de mi habitación

—Mamá no se siente bien.

Escuche decir y por inercia me coloque de pie enseguida. A todo lo que mis pies daban baje las escaleras hasta su habitación en donde la encontre intentado tomar asiento, respire aliviada al verla bien, así que apenas llegue a su lado, la ayude hasta quedar sentada

Mi madre era una paciente con cáncer terminal, él cual hizo metástasis en ella, y ahora se encuentra extendido por todo su cuerpo, los médicos habían sido sinceros con nosotras, aún así hanna y yo, no nos resignabamos a perderla

—¿Qué tienes? ¿Qué te duele?

Le pregunte al borde de la desperacion, al sentirme inútil y al no poder hacer nada para ayudarla

—¡Me duele mucho Eli! Los medicamentos ya no hacen efecto, duele hasta abrir los ojos

Sus ojos se cristalizaron y una sensacion amarga se instalo en mi

¿Por que tenia que pasarnos todo esto?

¿Por que mi madre?

Para cuando Hanna llego a mi lado, traia consigo la silla de rueda.

—Vamos el médico, tiene que verte

Dije tratando de fingir una fortaleza que no tenía, pero hanna y ella me necesitaban y desmoronarme ahora frente a ellas no era una opción.

Las tres nos alistamos y luego de unos minutos salimos al hospital, por suerte este queda relativamente cerca de nuestra casa y después de caminar un par de cuadras con mi madre en silla de ruedas llegamos a este.

*** ***

Después de pelear más de dos horas con el personal de hospital, logramos hacer que el médico la atendiera.

—Roxa ¿Te duele?

El medico pregunto mientras que la examinaba, mi madre en su lugar solo hacia pequeñas mueca de dolor,

—Duele todo el tiempo, el dolor no se va

Sus ojos estaban llenos de lágrimas y la sensación amarga regreso esta vez mucho más fuerte

—Vamos a hacer una cosa Roxa, la chica que está allá

El medico señalo a una enfermera que se encontraba dentro del consultorio a una distancia prudente

—Te ayudara a prepararte para el ingreso ¿ok? asi que por favor colabora

Mi Madre sólo asintió con su cabeza y luego de que la chica se acercara a ella y le dijera un par de cosas, la saco del consultorio

—Elizabeth, me temo que el estado de tu madre ha empeorado, los medicamentos ya no hacen efecto, ya que se encuentra en su etapa terminal, la voy a ingresar para estabilizarla de esta crisis, pero me temo que será solo por dos días debido a que su seguro caduco, y sabes que no tengo como ayudarla en ese caso.

Nuestra situación económica era la peor, mi trabajo apenas alcanzaba para comer y por ese motivo es que nuestro seguro había caducado

—Entiendo...

Un enorme nudo en mi garganta se instalo, al escuchar el pesimo diagnostico, mi madre estaba por morir, asi que ahora mas que nunca necesitaba ser fuerte

Tomado una gran bocanada de aire me arme de valor para formular la pregunta que romperia mi alma

—¿Cuánto tiempo le queda?

No quería escuchar la respuesta, aún así necesitaba saberlo

—Un mes cuando mucho, de verdad !lo siento Elizabeth!

El semblante del doctor se torno algo triste, él había sido el especialista que la había tratado desde el inicio de la enfermedad y creo que desarrollo cierto apego.

Apenas salí del consultorio, las lágrimas empezaron a descender por mis mejillas.

¿Qué haría sin ella?

Solo seríamos Hanna y yo, sumergida en mis pensamientos llegue al lugar a donde la habian llevado, antes de entrar seque mis lágrimas y puse mi mejor rostro

Ella necesitaba a alguien fuerte a su lado, alguien que la sustuviera hasta el fin, no alguien fragil que se desplomara con facilidad. Por suerte para cuando llegue a su lado, los sedantes hicieron que el dolor cesara y ella estabas mas tranquila

—¡Eli!

Dijo apenas me vio, estaba mas tranquila, pero lucia triste, haciendo una señal para que me acercara a ella, tomo mis manos entre las suyas

—Prométeme que cúando no este vas a cuidar de Hanna

Dijo como una suplica, y mis ojos se volvieron a cristalizar, yo no me resignaba a perderla y tampoco queria que ella lo hiciera.

—¡No! No voy a prometer nada, !por que tú saldrás de esta madre!

El nudo en mi garganta, me imposibilitaba hablar, aun asi permaneci firme a su lado.

Por más que queria aparentar y parecer alguien fuerte no era así, la enfermedad de mi madre, el tener que lidiar con el trabajo y mi hermana, me tenian al borde del colapso, me sentia agotada pero aún así, el rendirme no era una opción.

*** ***

Ese día en la noche, lógramos dejarla cómoda en su habitación y tuvimos que retirarnos, debido a que no permitieron que ninguna de las dos se quedara con ella. Así que el plan era llevar a Hanna a casa e ir al trabajo, ya que me tocaba de nuevo laborar en la noche.

—¿Cansada Eli?

Me pregunto Hanna, apenas llegamos a casa, lo más rápido que pude tome una ducha y me aliste para irme

—¡Un poco! Pero el deber llama y tengo que ir a trabajar, no puedo darme el lujo de que me despidan ahora, que necesitamos el dinero.

Luego de dejar a Hanna en casa y me retire al trabajo, yo laboraba en un lugar de encomienda, había perdido la cuenta de los empleos de los cuales me habían echado, debido a que tenia que faltar en ocasiones por la enfermedad de mi madre.

—¡Eli! Amiga te vez muy mal ¿acaso no has dormido nada?

PreguntoYaneth quien era mi mejor amiga, apenas llegue al trabajo, mi rostro cansado revelaba el pesimo día que había pasado.

—No, mi madre tuvo una recaída y pase todo el día junto a Hanna en el hospital

llegue a mi casillero y guarde todas mis cosas, para luego cambiarme y empezar mi jornada laboral

—¡Eli cuanto lo siento! De verdad creo que esto es mucha carga para ti sola

Yaneth pasa su mano sobre mi hombro, tratando de reconfortarme, pero era inútil, esto aún no terminaba.

—No tengo tiempo que perder, así que el lamentarme no es una opción

Con mis pies doliendo, y mis párpados pesados, sali al área de trabajo.

Mi trabajo en ese lugar consistia en separar las encomienda, y clasificarlas; así qué habían ocasiones en donde terminaba antes y podía descansar un poco, aveces hasta dormir, por suerte el supervisor ese día no se encuentraba, por consiguiente el trabajo era más relajado.

—¿Qué dices terminamos estás encomienda y nos vamos a dormir un rato a la bodega que se encuentra en la parte de atrás?

Propone yaneth, quien es algo perezosa para los turnos nocturnos y existían ocasiones en las que se iba a dormir, a la bodega que acababa de mencionar

—¿Y si llega el señor Harry?

Harry era nuestro supervisor, era un hombre calvo y algo regordete, que en varias ocasiones hacia apariciones sorpresas.

—¡Tranquila! Escuche de buenas fuentes que hoy anda celebrando su aniversario de bodas, así que no creo que se aparezca por aquí.

Yaneth habia termina de etiquetar la última pila de órdenes, así que apenas terminamos, nos dirigimos a la bodega trasera en donde habían un par de muebles viejos en los cuales, podíamos acostarnos un rato a descansar. Debido a lo agotada que estaba, el sueño y el estrés hicieron estragos en mi y apenas recosté mi cabeza en el polvoriento y viejo sofá; cai rendida en un sueño profundo

*** ***

Escuche un fuerte golpe, proveniente de la misma bodega en donde nos encontrabamos, asi que di un respingo enseguida y apenas abri mis ojos, frente a mi logre ver la figura de harry, fregue mis ojos, intentando despertar y apenas estuve más lúcida de un solo salto me coloque de pie.

—¿Me pueden explicar qué hacen dormidas en su hora de trabajo?

Pregunto el gruñó de mi jefe mientras yaneth permanecía dormida aún, así que intentando despertarla, movió su pie con el mío

—Un ratito más

Suplico yaneth extendiendo sus brazos y de nuevo tuve que patearla, esta vez mas fuerte para hacerla despertar.

—Terminamos antes, así que quisimos venir a dormir un rato, señor Harry ayer no descanse nada, tengo a mi madre en el hospital y se me hizo imposible dormir un poco

intente excusarme, pero él señor harry solo agito sus manos en descontento conmigo

—¿Hasta cuando tú con tus excusas? ¿saben que? las dos están despedidas

Senti que mi corazón saldria por mi boca, debido a sus palabras, yo necesitaba el empleo, mi madre estaba enferma y este era el único sustento que teníamos

—¡No por favor! Necesito el trabajo, señor harry se lo pido, esto no volverá a pasar

Le rogue con desperacion y el solo se enaltecio, yaneth apenas estaba despertando, así que era mi responsabilidad lograrlo convencer para que no nos echará a ambas

—¡No! Así que recojan sus cosas y se largan

Harry solo salio de la bodega y nos dejo a las dos sumergidas en un profundo silencio.

¿Y ahora que haria?

Con mi madre en el hospital, la hipoteca de la casa y sin trabajo.

Con todo el dolor de mi alma, recoji mis cosas y sali del lugar con yaneth a mi lado medio dormida aún, creo que después de lo que acaba de pasar no tenia nada que decir, las dos estabamos calladas

Sin mas opcion empezamos a caminar por las solitarias calles de la ciudad, bajo la oscura noche, las dos vivimos cerca, así que no era mucho lo que debíamos caminar.

Transcitamos un par de calles y cuando llegamos a la casa de yaneth, esta aun estaba medio dormida.

—Mañana te llamo

Fue lo que dijo entrando a su casa aún dormida

Asi que yo continue mi camino, mientras pensaba que podía hacer para salir del problema tan grande en el que me había metido.

Avance un par de calles cuando de repente un auto aparecio de la nada y se detuvo justo a mi lado, el miedo me invadió enseguida y unas ganas de correr llegaron a mi, era tarde todo estába solo, así que corría peligro.

De pronto los vidrios polarizados del auto bajaron y al mirar en el interior mi alma volvió a mi cuerpo. Dentro de este se encontraba ivan, el cual sonreía abiertamente al notar que me había dado un susto de muerte

—!Sube! ¿que esperan?

Ivan fue el primero en hablar y yo no sabia qué hacer.

Me negaba a la posibilidad de subir al mismo auto que el, ivan era un pesado, irónico, mando y algo idiota, así que igual de renuente, continúe mi camino con la intension de ignorarlo, pero él no se dio por vencido y de un momento a otro, bajo de su auto y tomo mi brazo.

—No seas terca sube al auto

Me halo de nuevo y senti como sus dedos se hundian en mi piel

—No quiero, me iré caminando

Espete entre dientes y me empecé a lamentar, cuando a tirones, me metío en el interior de este, ignorando mis palabras.

No me sentia bien a su lado, pero sabia que luchar con él era una pérdida de tiempo, en primer lugar ivan no se daba por vencido tan fácil y segundo, en contra de su fuerza no tenia oportunidad ya que era un hombre bien fornido, así que preferí quedarme tranquila

Rodeo el auto casi enseguida y cuando subio al otro lado se coloco él cinturón de seguridad y puso el auto en marcha.

—¿Que mierdas haces a esta hora sola por la calle Elizabeth?

Pregunto y yo solo en respuesta me cruce de brazos.

—¿Que haces a esta hora en la calle?

Repitio de nuevo con un tono autoritario, mientras notaba como su mandíbula se tensaba, yo continue en silencio, no quería hablar lo que acababa de pasar me tenía preocupada y el al notar que no respondería sus preguntas, respiro pesadamente.

—Estaba trabajando

Respondi despues de un largo silencio, en los que el recorrio un par de calles, mis ojos se cristalizaron de nuevo al sentirme ahogada y no saber que hacer, asi que desvie mi vista a la ventana para evitar que viera mis lágrimas

—¿A esta hora?

Refuto y yo solo asenti

—¿Te has imaginado lo peligro que es andar a esta hora sola por estas calles?

Pregunto... claro que lo sabia, pero no podia hacer mas nada, asi que solo me encogi de hombros.

—No tengo más opción necesitaba el trabajo, además me sé defender sola

—¿Necesitaba?

Pregunto y el nudo en mi garganta que apenas empezaba a disolverse volvió

—!Si¡ me acaban de despedir

Necesitaba desahogarme, mi cabeza queria estallar, no sabía qué hacer, se que ivan no era el mejor candidato para hablar de eso, pero solo salio de mi boca sin poder evitarlo

Ivan se mantuvo en silencio el resto del camino, hasta que se detuvo fuera de mi casa.

—¿Que has pensado de la propuesta que te hice?

Pregunto fijando su mirada en mi.

—Mi respuesta será la misma, hoy, mañana y siempre, es un !No! Rotundo

Acceder a un matrimonio por conveniencia con el, era algo que jamás haría

—Pues mi oferta sigue en pie hasta mañana al mediodía

Desvio su mirada de nuevo al frente, con cierta ironia

—Solo te dire una cosa Elizabeth...vas a llegar rogándome por que sea tu esposo

El estaba muy seguro de eso, asi que rei a todo pulmon por sus palabras. Cosa que lo molesto e hizo que cambia su semblante completamente.

—!Bajate yaaa!

Grito fuera de si y me quede atonita ante su cambio de humor tan repentino

—No lo repetiré de nuevo Elizabeth, hasta mañana es el plazo.

Puntualizo y apenas baje del auto, arranco a toda velocidad dejando una nube de polvo

¿Pero quién se ha creído este idiota?

Pensé... Definitivamente ese hombre estaba loco.

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