Tenía que poner mi plan a rodar y debía de ejecutarse ya, con los acontecimientos recientes no había tiempo que perder, mi pequeño esta en peligro
Todo lo que dijo el señor Conrado rondaba mi cabeza sin querer salir, su cumpleaños se acercaba y esta era la mejor opción, hacerle una fiesta de sorpresa presentarse formalmente y poco a poco encararlo, debo darme a conocer tal vez así Agus pueda confiar en mí en poco tiempo.
El dolor de cabeza era mi fiel compañero, no me dejaba pensar bien ¿Esto es a lo que llaman resaca? Nunca la había sentido, una era un tormento en vida, parece que estuviera agonizando y muriendo poco a poco, debo controlarme estoy bebiendo de más en estos días. Mi escusa barata son los problemas, no voy a hacerlo más, no seré una alcohólica empedernida a estas alturas. Debo enfocarme en cómo convencer a mi pequeño a salir de este país ¿Si consigo una beca para el? En una buena universidad en Italia, no podría rechazarlo.
—Señora ¿Cómo se siente? Le traje esto, le ayu