Dorian se puso delante de ella y la recorrió de arriba abajo, la ropa abrazaba el cuerpo de ella y se marcaba el valle de sus pechos junto a sus pezones, y el volumen de sus muslos casi desnudos. Su mirada casi se la comió, pero ella estaba tan nerviosa que apenas se dio cuenta.
-Acuéstate- le dijo él separándose y caminando hacia la mesa agarrando dos cosas sobre esta.
Elena temblaba un poco tanto de los nervios como de la incertidumbre. Iba a tener sexo. No era estúpida. Sabía que se hacía, aunque no tenía experiencia. Se corrió hacia atrás manteniendo sus piernas flexionadas pero cerradas hasta la mitad de la cama y vio lo que él había agarrado cuando lo lanzó a su lado. Era… una pequeña botella de lubricante y… un condón.
-Debes relajante- Dorian se subió a la cama y se arrastró arrodillado hasta ponerse frente a ella. Una de sus manos tocó la rodilla de la mujer notando lo tensa que estaba. Su ceño se frunció- Sino te relajas va a dolerte mucho.
-Eso intento- ella temblaba ligera