Hibrand llegó a su casa hacía más de una hora, una casa a la que ya no le hacía ilusión llegar. Cuando llegó tuvo otro enfrentamiento con Heleen, esa vez porque no hizo caso del llamado de Drika para que viniera a casa porque “ella no se sentía bien” Hibrand se quedó viéndola con ganas de decirle un par de cosas, pero si lo hacía delataba a Drika y eso era lo que menos quería, ya suficiente tenía la mujer por estar en medio de unas vidas que no era suya.
—Eres un mal marido, no sé cómo puedes ser tan frío, Drika te dijo que me sentía mal y no viniste Hibrand, eso no te lo voy a perdonar.
—Heleen cuando te sientas mal, hay que llamar al médico, no a mí, él sabrá que hacer, mi presencia solo te dejará más mal, recuerda, s