Me pasé el día en casa, aburrida, hablando por teléfono con María, que no comprendía que me fuese sin avisar, pero le dije que me fui con un chico, y entonces olvidó su enfado...
- ¿Un chico? – preguntó, sorprendida, olvidando la bronca tremenda que me estaba echando - ¿Con Carlos?
- No – respondí, pensando en él, en Brad – no se parece a Carlos ni por asomo.
- ¿Quién es? ¡Me tienes desinformada últimamente! – se quejaba.
- Es un chico que conocí el viernes – le comuniqué, escuchando un ruidito afirmativo, en plan de que quería que siguiese hablando – no hay mucho que contar – mentí, pues no quería reconocerlo aún, que me había acostado con él, que me gustaba estar con él, que sentía aquella conexión especial con él.