— ¿Vas interrogarlos? —pregunto de forma repentina Abraham.
—No creo que sirva… pero intentemos —dijo Edward, mientras se acercaba al guardia al cual le había cortado la pierna.
— ¡Maldito sean seres inferiores! —grito el guardia, mientras veía a Edward acercarse.
— ¿Vas a responder mis preguntas? —pregunto Edward, al guardia que tenía enfrente suyo.
— ¡Púdrete imbécil! —grito el guardia.
Edward, poco después de que escuchara el insulto del guardia, lo apuñalo justo en la boca matándolo al instante y después de hacer esto ca