Toqué la puerta de la oficina y lo escuché decir que entrara.
— Siéntate, Aurora. — Hice lo que el diablo mandaba. — Como te había comentado antes, hoy tendrías el día libre, así que ya hablé con Denise para que se quede con Noah y tú puedes ir a divertirte.
— Ella no necesita quedarse en mi lugar,