Después de despertar y darle un buen baño a Noah, bajé a la cocina para comer algo, pues me moría de hambre. Encontré a Denise y a doña Lucía en la cocina.
— Buenos días. ¿No tenían el día libre? — pregunté.
— Buenos días, cambio de planes, amiga, el señor Oliver va a recibir visitas.
— ¡Ah!
Despué