Capítulo 364
Henri estacionó el coche frente al pequeño edificio de su oficina. Apagó el motor, permaneció unos segundos inmóvil y lanzó una rápida mirada hacia el lado. Catarina acomodaba discretamente los cabellos rojizos que se habían soltado de la coleta durante el trayecto. Su postura era erguida, pero los