Ya pasaba de la medianoche cuando los invitados empezaron a despedirse. Eloá estaba feliz al ver la cantidad de regalos que había recibido.
— ¿Vas a pasar la noche abriendo los regalos o los vas a dejar para mañana? — preguntó Elisa.
— Los dejaré para mañana — respondió, sonriendo.
— Entonces es mej