Saber de la posibilidad de que Ethan se estuviera involucrando con alguien la dejó desconcertada. Hacía tanto tiempo que le gustaba y no había encontrado una oportunidad para expresar sus sentimientos, no era justo que una cualquiera llegara rápidamente y se lo robara.
Después de la clase, decidió hablar con él.
— Ethan — lo llamó, tocando su hombro.
— ¿Qué pasa? — preguntó, sin gustarle esa cercanía.
Eva siempre lo abordaba con contacto físico, lo que lo incomodaba un poco, pero nunca decía nada. Pensaba que, ignorándola, ella misma pararía con esa actitud.
— ¿Vamos a almorzar juntos?
— No va a poder ser, ya quedé con otra persona.
— ¿Otra persona? — preguntó curiosa.
— Así es.
— ¿Es de nuestra clase?
— No, no lo es. — dijo él, agarrando su mochila y saliendo del salón. — Hasta luego.
Eva se despidió con una sonrisa en el rostro, mientras veía a Ethan salir.
Después, se quedó allí, paralizada, tratando de imaginar quién sería la persona con quien Ethan iba a comer.
Los