90. ¿Este es nuestro final?
El pasmo que le produce mirarlo ahora, aquí, luego de días que se volvieron eternos y llenos de gris le produce no sólo escalofríos, sino vértigo. Miedo, odio, dolor. Las emociones arrasan en Elena, y vuelve a dar un paso hacia atrás, sintiendo la desesperada gana de salir de aquí.
Gianluca da un paso hacia ella.
—¡No! ¡No te me acerques! Largo, lárgate. Vete —Elena responde a sus instintos, y la herida vuelve abrirse. No. Éste hombre no puede estar aquí y esto es un espejismo—, ¿Quién te dejó entrar? ¿Quién? ¿Cómo me encontraste? ¡Vete!
Gianluca se detiene a su orden. No hace más nada salvo retroceder al escucharla.
Algo en el rostro de Gianluca hace que Elena dude de si realmente está viviendo esto, y cuando sus miradas vuelven a encontrarse, Elena quiere jadear de sorpresa otra vez. Es Gianluca en carne y hueso.
Aguanta la respiración cuando Gianluca se agacha en silencio. Nota cómo toma las piezas de cerámicas rotas en su mano, recogiéndolas del suelo. Elena no deja de abrir los