Capítulo141.
— ¡Maldita, maldita, maldita desgraciada! — Grita Vero al mismo tiempo que se escucha un ¡plas! ¡tas! ¡pum! de cosas impactándose y destruyéndose en el momento en el que son arrojadas por el aire.
Vero se encuentra en su habitación de luna, la misma en la que se sentía completamente segura.
— ¡Maldita desgraciada! ¡Sobreviviste, desgraciada! ¿Cómo le hiciste? Era prácticamente imposible. Ese mismo veneno es el que se utilizó para…
Guarda silencio. No debía confesar absolutamente nada a pesar de encontrarse completamente sola las paredes tendían a oir.
— ¡Esa maldita monstruo! ¡Esa maldita mujer deforme! ¡Está embarazada! ¡No puede ser! ¡No pudo haber conseguido amarrarte más a ella Randolf! Pero no te preocupes— dice ella con la mirada perdida, completamente fuera de sí.— Yo me encargo de librarte de ese gran peso. Sé que por honor, por prestigio o por cualquier estupidez de esas, te has mantenido a su lado. Sin embargo, yo me voy a encargar de deshacerme de esa desgraciada.
En ese