Capítulo 89.
Todd observa desde la cima del risco como Varya va aferrándose de una roca a otra bajando con total tranquilidad.
— Tú puedes— dice Todd— un poco más a la derecha en la siguiente roca.
Todos sus nervios estaban ansiosos e incluso desesperados por saltar y él mismo obtener la raíz y la flor que eran necesarias para salvar a la luna, algo dentro de él le gritaba que tenía que proteger a la mujer que estaba tendida en la habitación.
Sin embargo, su mente se distrae pensando en todas las veces que había intentado transformarse en su forma lobuna y éste no había respondido.
“Es imposible que un licántropo no pueda transformarse en su forma lobuna. Soy mucho menos que un desertor” pensaba desconcertado Todd. “En este punto, un desertor mínimo tiene la fuerza sobrenatural que le da su lado lobuno. Puede guiarse por sus instintos, se defiende a zarpazos y mordidas. En este caso, yo solamente soy un humano más, común y corriente con un olfato increíble. Pero… en caso de ataque…” piensa Todd