~Luna no lo haga~ Dice Johana sosteniéndola de los brazos anticipando su reacción.

“Maldito bastardo, me voy a deshacer de ti, de cada uno de tus huesos” piensa Alena al mismo tiempo que observa de manera contundente cómo la puerta que se encontraba al final del pasillo se abre y un olor, ese tan familiar que la había rodeado en el momento del nacimiento de su cachorro y que recordaba una y otra vez entre sueños y momentos de inconsciencia, llega a sus fosas nasales.

~ Pequeño mío, pequeño cachorro, amor de mi vida, mamá ha regresado, ya te encuentro… solo espera por mi.~ Piensa con el alma sus ojos.

~ Buscaré otro pasillo~ dice ella por el enlace mental.~ Necesito ver con mis propios ojos que ese maldito bastardo no lo dañe.~

Johana asiente, soltándola de su fuerte agarre y ambas se alejan del lugar buscando otra forma de llegar a la misma habitación sin que sea por la puerta principal.

El tiempo estaba en contra. Se terminaba, pero gracias a la Diosa Luna su cachorro estaba con v