Capítulo 14.
Capítulo 14
La tensión en el lugar subió hasta el cielo con la entrada de esa chica de cabellos castaños y ojos azules que desde que cruzó la puerta fue elogiada por todos, casi venerada.
Vanesa no pudo evitar sentirse menos ante la llegada de ella, y aunque quiso hacer a un lado ese pensamiento, simplemente no se fue de su mente, más aún cuando vio a la madre de Erick acercarse a la mujer con una gran sonrisa.
Su intuición le gritó que esa mujer era importante y que seguramente traería problemas. Fue testigo de cómo se abrazaban e incluso hacían muestra de afecto con un beso en la mejilla.
Le revolvía el estómago ver la enorme sonrisa en la cara de la madre de su pareja.
Pero todo quedó a un lado cuando sintió la mano grande y cálida del hombre que la hacía sentirse segura, el único que lograba que sus miedos se disiparan con solo estar a su lado.
—¿Hay algo que te incomoda, mi reina? —preguntó él, haciendo que ella girara su cabeza hacia él.
Vanesa vio en su mirada la preocupación, y