Capítulo 2.
Narrador omnisciente.
Se dice que en el mundo hay más de lo que vemos, solo unos copos son capaces de ver más allá de lo que deben.
Los humanos creen que son la especie dominante, pero hay más allá de eso, entre ellos existen seremos con fuerza sorprenden, capaz de cambiar de forma, pero que tuvieron que aprender a ocultarse de los humanos y pasar por uno de ellos.
En la cima de estos está el rey, uno que solo entrar a un lugar no es capaz de ocultar su presencia, aunque se oculte como un humano más.
—Seños el vehículo está listo—. Le informa uno de sus hombres, él asiente y sale de su castillo, no hay mejor lugar para un rey que un castillo.
—¿Todo está en su lugar? — le pregunto al salir para tomar el vehículo que lo llevaría a la ciudad, donde se tendría que quedar un tiempo para resolver algunos problemas y hacer negocios.
—Sí, señor, todo está listo para la semana que estará ausente—. Este asiente y no dice nada más, solo sube a al auto y deja que el chofer lo lleve.
A pesar de que no le gusta estar rodea de humanos, a veces le es imposible poder librarse de eso.
Después de tantos años solo, no puede evitar preguntarse si se quedara solo, muchas veces le ha tocado asistir a eventos de emparejamientos de otras especies y no puede evitar sentir envidia de ellos, como desearía encontrar a su alma gemela, después de tantos años y sigue estando solo.
Pero eso no le impide poder disfrutar de compañeras de cama, le sirve para poder desestresarse y aunque las de sus especies son muy hermosas, las humanas algunas son interesantes.
Así como todo cambian, ellos se han adaptado al pasar de los años, y con ella la modernización.
—¿Ya está listo el helicóptero? — le pregunta a uno de su hombre que se encuentra frente a él.
Este asiente a su pregunta y con una reverencia lo ve marchar a donde está el helipuerto esperando por él.
En otros tiempos solo se hubiera transformado en ese espléndido y poderoso dragón, pero ahora es mejor ser un humano con un poder grande normal.
No por nada ha vivido tantos años, tantos que por ese motivo es dueño de muchas propiedades y del lugar donde los suyos ahora están viviendo rodeados de la naturaleza.
Solo un tiempo despues llego a la cuidad y aterrizo en su edificio donde su mano derecha, un humano de su entera confianza lo espera y le abre la puerta.
—¿Cómo ha ido todo? — le pregunta él al entrar al edificio y dirigirse a su oficina.
—Todo va de maravilla, pero estos accionistas se empecinaron a que debía de estar en esta reunión, ya que es el CEO de la empresa—. Le comenta el.
Este asiente, sabiendo que desde que se fue él le dio el control de tomar decisiones como si fuera el dueño, sabe que cualquier mentira o problema lo descubriría de inmediato, porque el humano sabe su secreto por cosas del destino.
Y casi nunca el verdadero dueño se debe de hacer presente, solo espera que este día no sea un desperdicio.
—Vamos entonces—. Le dijo este, dirigiéndose a la sala de juntas donde todos ya están esperando.
No hizo falta que sea anunciado, el aura de él es tan fuerte que cualquiera lo puede sentir, no importa que sea humano o cualquier otra criatura sobrenatural, sangre antigua corre por sus venas, la sangre de los antiguos dragones más fuertes de todas las razas.
Asi que en la sala de juntas todos se quedan en un tenso silencio al ver ingresar a un hombre con un aura de gran poder.
—¿Qué esperan? Comiencen— le ordena el al tomar asiento y ver que todos siguen el silencio.
Y aunque parece que les cuesta comienzan con la reunión que para él no tiene importancia, solo se trata de los informes y ese tipo de cosas.
—¿Hay algo que realmente sea importante? — habla el de repente provocando otro tenso silencio en la sala.
—Eh ¿Señor? — pregunta el que está hablando al momento que el interrumpió.
Este ve al hombre que se pone tenso al sentir la mirada del jefe sobre sí.
—Como veo que no hay nada más me iré, como siempre todo queda en manos de Víctor—. Y con esto se levanta y se va de la sala de juntas.
Víctor sonríe ante esto, sabía que eso iba a pasar al ver cómo se iba desarrollando la junta, muchos no creen en su capacidad y no les gusta que el verdadero dueño lo haya dejado a cargo de esta importante empresa.
Al ver que todo se quedan en silencio, les dice que se pueden ir, asi tambien el sale y va a la oficina central, al ingresar ve a ese hombre que lo encontró desde que era un niño, ese hombre que le salvo la vida y que nunca lo abandono.
—Estera unos días en la ciudad por si me necesitas—. Le habla este.
Con unas palabras más se despiden y este va a la ciudad, al hotel donde se quedará.
Al sentirse estresado contrata el servicio especial que muy poco saben que ese hotel ofrece, con un simple mensaje todo queda coordinado.
Asi que le indica al chofer que lo lleve al hotel.
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—Señor su habitación esta lista junto con los arreglos—. Le indica la recepcionista. El asiente y está por dirigirse al elevador cuando siente una extraña energía, como si un imán lo atrajera.
Ve hacia la derecha y a lo lejos ve entra a una mujer con una falda negra y una camina negra, se ve que es el uniforme, y su cabello negro en una cola de caballo.
No sabe lo que está pasando solo que no puede quitarle los ojos de encima, no puede ser ella no siente nada, no huele nada, pero es tan raro.
—¿Señor? — sus pensamientos son interrumpidos por la mujer frente a él.
Este la ve confundido, y al dirigir la vista hacia donde vio a la mujer, pero ya no está, y un vacío se instala en su pecho, es como si algo que no sabe que tiene se le fue arrebatado.
Tratando de olvidar eso se dirige al ascensor para ir a la habitación.
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Al llegar a esta en la cama puede ver a una mujer de grandes atributos esperándolo con una lencería sexi.
Pero al verla no siente nada.
—Lárgate—. Le ordenó a la mujer que lo mira deseosa, pero esta se sorprende al escucharlo.
—¿Señor? — le pregunta esta confundida.
Pero este cansado toma su saco —Cuando vuelva no te quiero aquí—. Le dijo este saliendo de la habitación.
No sabía por qué no se puede sacar a esa mujer de la cabeza, parece que se le ha tatuado en ella.
Así que tratando de poder distraerse va a la azotea del hotel, al llegar se sorprende al ver no está solo el lugar.
Está justamente esa mujer que vio abajo.
No dio ni un paso cuando se quedó petrificado, no sabe qué paso antes, pero justo ahora siente el aroma de la mujer y un aura de ella.
Y no debe de preguntar su bestia lo sabe, su bestia ruge por la mujer frente a él, es ella.
Ella por la que siempre espero.