—Valentina, los foros están en ebullición. Todos se preguntan quién es el genio que compró acciones de Tecnoforja... —comentó Mariana sonriendo.

Valentina miró a Isabella con una sonrisa triunfal.

—Isabella, ¿qué te parece? ¿No te dije que mi juicio era correcto?

La expresión de Isabella era complicada.

No esperaba que Tecnoforja pudiera subir tanto.

"Quizás fui yo quien se equivocó", se dijo a sí misma.

—Valentina, ¡vende ahora! Podrías arrepentirte si esperas —sugirió Isabella.

—¿Vender? —Valentina arqueó una ceja.

—Estoy segura de que las acciones de Tecnoforja alcanzarán al menos siete dólares. Si vendo ahora, ¿no estaría perdiendo la oportunidad de ganar varios millones más?

—No solo no venderé, ¡sino que invertiré dos millones más!

Con confianza, Valentina hizo clic en "comprar", desembolsando otros dos millones de dólares.

Luego, cruzó los brazos, esperando que el precio subiera.

Isabella no se atrevió a decir nada más.

Las cuatro hermanas Reyes miraban fijamente la pantalla, es