Mientras Dana tenía su epifanía, Vincenzo libraba su propia batalla.
_ ¡Vin por favor! _ gritaba una furiosa Anahí que no aceptaba el rechazo del hombre.
A ella no le interesaba el dinero en realidad, ella sentía que había nacido para ser la esposa de Vincenzo, ser la señora Corpa era todo para ella en realidad, y el divorcio no constituía una opción.
_ ¿Qué es lo que ocurre Anahí? _ ya se sentía fastidiado por la insistencia de la mujer _ ¿No tienen ya lo que siempre han querido? _ agregó en un tono un poco más elevado _ ahora eres la dueña del conglomerado Corpa, eres inmensamente millonaria ¿Qué más se le ofrece a la señora? _ lo último lo dijo con absoluto y completo sarcasmo.
_ Yo…solo quiero que formemos una hermosa familia, tu, nuestro hijo y yo _ contestó ella con la cara de piedra más grande del universo.
_ Esto es increíble… ¿Te das cuenta de qué actúas como loca? _ Vincenzo se había acercado solo unos pasos a la mujer y le hablaba en un tono más calmado, sentía que definiti