Los días habían corrido largos e inagotables. A esos días siguieron las semanas y luego llegaron los meses. Todo parecía transcurrir con normalidad en la vida de Dana y Vin, en la de Sofía, la abuela Clara y el resto de la familia. Pero para otros las cosas no eran tan simples.
Matt debía correr de un lado al otro, ser un padre soltero no era algo demasiado fácil, más si consideraba todos los desafortunados hechos que le habían ocurrido en los últimos años. Aún pensaba en lo idiota que había sido, más cuando veía a Dana ser tan feliz con sus hijos y a su hermana planificar una vida en la que él no contaba para nada.
Estaba pagando un gran precio por su orgullo y por, sobre todo, por su idiotez. Él era el único culpable de todo lo que le había ocurrido y eso lo tenía muy claro.
Ethan tenía ya tres años, tres años habían transcurrido desde esos desafortunados acontecimientos. Nunca más tuvo noticias de Mariana, solo recibió los papeles de divorcio firmados, y, aunque la letra era un poc