Bajo la mirada de todos.
Beatriz se dirigió hacia la dirección de la familia Zamora.
—¡La señorita Serrano está viniendo, realmente viene!
Uriel estaba tan emocionado que su cuerpo temblaba incesante. En ese momento, Triana también contuvo la respiración.
Finalmente. Los pasos de Beatriz se detuvier