El ambiente en la villa se volvió tenso y silencioso. Todos miraban a Xavier con incredulidad, ¡claramente sorprendidos de que se atreviera a decir esas palabras frente a ellos!
—¿Qué dijiste, mocoso?
La voz furiosa de los miembros de la familia Minguez resonó después de un breve silencio.
—¡Maldito