Princesa
Si tu madre te entregó esta carta, es porque estarás a horas de ingresar al altar o a un juzgado; es irrelevante el medio por donde cumplas tu deseo de unirte con el hombre que escogiste. En todo caso, espero que sepas escogerlo y sea un ser bueno, respaldado por sus actos; sé que me entiendes y apliques los consejos dados hace unos días. Sabrás escoger. Recuerda: el matrimonio es un acto de compromiso contigo misma y luego con tu pareja.
Siempre soñé con caminar a tu lado para entregarte el día de tu matrimonio, aún a sabiendas de que era una utopía, la vida no me lo permitiría. De hecho, cuando me diagnosticaron el cáncer de huesos, ratificaron los días que viviría, tan solo unas pocas semanas, si mucho algunos meses. Pero lo vivido y la llegada de un ángel, me otorgaron tiempo para dejar a dos ángeles en la vida.
Te contaré un secreto, hija: cuando me vi al frente de la muerte, comprendí lo vacía y patética que era mi existencia. Cierto, un magnate, el cual se había dedic