Una nueva víctima.

Despierta mi amor. Capítulo tres.

La princesa Miranda sigue igual, era el encabezado que aparecía en todos los diarios de la ciudad.

El caso había conmocionado a la prensa debido a cómo se habían presentado los acontecimientos, aún no se ha logrado dar con el causante del terrible accidente que dejó a la hermosa joven en estado de coma, continuaba la nota periodística.

Demian veía la fotografía conmocionado, y sentía pinceladas de culpa, pues aún cuando no estaba seguro si se trataba de la chica que había atropellado su hijo, las probabilidades de qué fuera ella, definitivamente eran muy altas. 

Llamó a David a su celular de manera insistente, estaba muy preocupado por su hijo, pues hacía días que no sabía nada de él, desde que se fue huyendo de su departamento, ya no volvió a verle, y ninguno de sus amigos tenían idea de cuál era su paradero. 

Mientras tanto David, alcoholizado y bajo el efecto de las drogas que consumía, pasó por un puesto de periódicos y se detuvo abruptamente al ver la fotografía que se mostraba en la portada.

– M*****a sea, es ella, es la mujer que atropellé, no puede ser está viva, si se despierta estaré en serios problemas, tengo que deshacerme de ella, no queda otro remedio, ¿por qué tenías que estar viva?, ¿por qué no te moriste cuando te atropellé?. Ahora tendré que asesinarte con mis propias manos, repetía David completamente desquiciado-.

Compró un periódico para cerciorarse de todos los detalles del estado de salud de la chica, en qué hospital estaba y quien la estaba atendiendo, con terror leyó que el médico de cabecera de la hermosa paciente, era nada más y nada menos que su padre, lo cual lo paralizó.

-Lo siento papá, tú no puedes saber que tu paciente y la chica que atropellé son la misma persona, así que debo quitarla del medio–.

Partió rumbo al hospital, se hallaba completamente descontrolado, y con los pensamientos nublados debido al influjo del alcohol y las drogas, pensamientos de muerte rondaba una y otra vez su cabeza, estaba decidido a arrebatarle la vida a Miranda. Había calculado todos los movimientos que realizaría, cubriría su rostro con una capucha, así nadie lo reconocería. Dirigió sus pasos al área de cámaras, conocía perfectamente los movimientos del lugar, ya que desde niño, su padre lo llevaba allí y estaba al tanto del manejo en el nosocomio.

–¿Quién es usted?, ¿Qué está buscando en este lugar?, Dijo asustado el Guardia encargado del monitoreo mientras intentaba levantar el auricular del teléfono para pedir ayuda –.

– Tú no vas a llamar a nadie, dijo David propinándole un fuerte golpe en la cabeza–.

Borró las imágenes de las cámaras de seguridad, desconectó el circuito para que nadie pudiese ser testigo de lo que pasaría en ese lugar, después avanzó sigilosamente hacia la habitación de cuidados intensivos donde tenían a Miranda, entró, cerró la puerta bloqueando la entrada a cualquier persona que pudiese llegar a realizar los controles de rutina.

– Hola princesa, porque así te dicen en los periódicos, pero es cierto, tú no puedes saberlo porque estás muerta en vida, de verdad que nunca quise atropellarte, fuiste tú quien se atravesó, y ahora estás pagando las consecuencias, es una lástima que tengas que morir, eres demasiado hermosa, pero no puedes seguir viva, eso sería terrible para mí, ya ves, debiste morirte cuando te atropellé, pero como no lo hiciste, ahora tendré que eliminarte, mi papá no puede saber qué eres tú la persona del accidente, así qué despídete de este mundo, ahora desconectaré los cables, los monitores, el oxígeno, después tus valores empezarán a descender y poco a poco morirás, para cuando alguien quiera venir ayudarte será demasiado tarde, ya me encargue de todo Miranda, así qué llegó el momento, que tengas un lindo viaje y que no sufras mucho, decía David totalmente fuera de control–.

Definitivamente David había perdido la cordura, se comportaba como un psicópata, como un criminal sin escrúpulos dispuesto a asesinar a alguien a sangre fría.

Comenzó a desconectarlo todo, y como era lógico las alarmas empezaron a disparar, pronto el personal en turno se movilizó. 

La enfermera encargada del área de cuidados intensivos intentó ingresar, la puerta estaba bloqueada, pero recordó que traía consigo unas llaves que pudieran sacarla en ese momento del apuro.

Abrió la puerta y cuál sería su sorpresa al observar a un joven con una capucha desconectándolo todo.

– ¿Qué está haciendo?, Déjela, ¿acaso pretende asesinarla?, Está usted loco, ayuda, ayuda, seguridad, repetía la enfermera aterrada –.

En ese momento, David tomó a la enfermera por el cuello tapando su boca, forcejearon, y en el intento de safarse de sus manos resbaló, cayó al piso golpeándose fuertemente en la cabeza. 

David aprovechó el tiempo para salir huyendo, no habría rastro de qué él estuvo allí, pues lo había resuelto todo para llevar a cabo su terrible plan. 

Los médicos de guardia llegaron y conmocionados vieron lo que estaba pasando, los valores de la joven en estado de coma descendían rápidamente, debían conectar todo y estabilizar de inmediato.

Además, la enfermera había muerto a causa del golpe en la cabeza.

¿Cómo era posible que algo así sucediera en uno de los hospitales más prestigiosos de la ciudad?

Sin embargo, Miranda estuvo apunto de morir, pero por fortuna lograron estabilizarla, en cambio por la enfermera, no se pudo hacer nada, era demasiado tarde cuando los médicos llegaron, el golpe fue contundente y le había causado la muerte.

Era una desgracia que no podía quedar impune, la enfermera Rossi tenía una vida por delante, y alguien sin escrúpulos se la había arrebatado, ella tenía una hija que ahora quedaría huérfana a causa de esa bestia sin corazón, necesitaban avisar a Demian, pues Miranda también había sufrido daños ya que el individuo desconectó todos los aparatos que la mantenían con vida, por fortuna no pasó a mayores para ella, pero si para Rossi quien se había convertido en una nueva víctima de aquel perverso sujeto.

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