Cap. 15 La fiesta de los Lugo
Eduarda revisaba todo para la fiesta que la naviera daría para el personal y los invitados. Su padre se acercó a ella.
—¿Está todo bien?
—Sí, verifico que todo en la fiesta esté perfecto, debes sentirte orgulloso de mí, pues soy muy responsable.
Reinaldo sonrió y le dijo a su hija.
—Sí, hija, eres brillante.
—Pero no tanto para dirigir el emporio, ¿verdad?
Reinaldo se sentó frente a ella.
—Querida, eres brillante en temas de administración, pero queremos alguien apasionado por el negocio, por los yates de lujo y tu hermano sabe hasta manejarlos.
Ella bufó molesta y su padre le explicó.
—Tu hermano está demostrando algo de cordura en este tiempo.
—No doy un duro por él.
—La fiesta será de máscaras.
—Sí, lo especifiqué en las invitaciones.
Su padre se levantó y le dio un beso en la cabeza a su hija.
—Es bueno contar con alguien como tú.
Riana esbozó una sonrisa, ella quería dirigir y mostrar de lo que era capaz, no como su hermano que vivía solo vagando en los muelles.
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—Es una fiesta