Yvi
No oigo el ruido de la puerta abriéndose. No veo las sombras que pasan frente a mí. Todo lo que siento, todo lo que percibo, es el calor de Aleksandr, sus manos que me marcan, me controlan. Tengo la sensación de que el mundo exterior ya no existe, que nada importa excepto esta presencia devoradora, este vínculo que tengo con él, por tóxico que sea. El peso de su cuerpo contra el mío es un ancla que me impide huir, un peso que no quiero quitar. Pero, en el fondo de mí, algo ruge, un destello de realidad que rompe el sueño que he tejido a su alrededor.
Voces. Pasos apresurados. Un cambio en el aire, una nueva tensión. Siento a Aleksandr tensarse, sus brazos endureciéndose a mi alrededor, su mirada penetrante tratando de atravesar esta intrusión que interrumpe nuestro momento. Me aprieta más, acercándome a él como para protegerme. Pero siento la presencia de algo... de alguien más.
Aleksandr
No oigo a los trillizos llegar hasta que ya están allí, en la sombra de la puerta abierta. Su presencia en la habitación me golpea como una onda de choque. Cada fibra de mi ser se ha tensado, lista para enfrentar esta amenaza que se presenta ante mí. Aprieto a Yvi contra mí, sintiéndola tensarse bajo mi dominio, pero no puedo dejarla ir. No ahora. No después de todo lo que hemos pasado juntos.
Los trillizos están aquí. Puedo sentir su mirada penetrante, su energía eléctrica propagándose por la habitación. Lyam, Kael, Soren... tres presencias que me observan con una intensidad que roza la ira. Pero no tengo ninguna intención de soltarla. Yvi es mía, y no la devolveré, sin importar lo que ellos crean.
Lyam
Miro la escena frente a mí con una intensidad ardiente, mis puños apretados a los lados. Esta visión me golpea de lleno, despertando en mí una rabia sorda. Yvi, allí, en los brazos de otro. No cualquier otro. Aleksandr, ese hombre de poder y misterio que la ha poseído. Es insoportable. No tiene derecho. Ella es nuestra. Siempre lo ha sido.
Avanzo un paso, pero Kael pone una mano firme en mi brazo, deteniéndome justo antes de que actúe. Lo miro, un destello de furia en mis ojos. No es momento de reflexionar, no es momento de esperar. Quiero recuperarla. Quiero a Yvi. Todos queremos a Yvi. Es demasiado tarde para jugar. Debemos actuar.
Kael
Lyam está listo para lanzarse sin pensar, pero no entiende. No se trata simplemente de poder. No es solo una ofensa que este hombre nos haya quitado a nuestra mujer, sino de una guerra más amplia. Aleksandr es un maestro en este juego, y ha sabido marcar a Yvi de una manera que supera todo lo que hemos vivido. Ha encendido un fuego en ella, un fuego que debemos entender antes de combatirlo.
Me permito una mirada, una mirada que dice mucho sobre mi propia frustración. Pero conozco el camino que debemos seguir. Debemos avanzar con inteligencia, no lanzarnos de cabeza como quiere Lyam. Sé que Aleksandr nos está esperando. Sé que él sabrá confrontarnos. Y cuando lo haga, estaremos listos. Debemos estar listos.
Soren
Todo en ellos me pone nervioso. Su presencia. Su furia. Todo parece demasiado pesado, demasiado intenso. Mi mirada se fija en Yvi. Ella está allí, en sus brazos, pero... algo ha cambiado. Ella está más distante. Más perdida. Ya no es la que dejamos atrás, y esta transformación me angustia. Quiero encontrarla de nuevo, pero sé que aún no es el momento de arrebatarla de su influencia. Debemos entender lo que la une a él.
Aprieto los puños, aunque mi instinto me empuja a acercarme, a tomarla entre mis brazos. Pero me contengo. Sé que no es fácil enfrentar a Aleksandr, especialmente con esta tensión palpable en el aire. Cada movimiento, cada palabra debe ser medida.
Yvi
Siento que la tensión se transforma en una bruma helada que me envuelve, me ahoga. Los trillizos están allí, y sé que me miran. Su presencia me saca de un estado de letargo donde no soy más que un instrumento, un deseo, una sombra. Me siento desgarrada, como un objeto que quieren recuperar, pero que no quiero devolverles. Soy mía, y soy de él. Pero ellos... ellos me conocen. Saben cada rincón de mi alma, cada falla en mi corazón. Y eso es lo que me aterra. Ellos me han forjado antes que él.
Lyam avanza, y lo siento. La ira en sus ojos, la posesividad que emana de su postura. Él lo quiere todo. Quiere recuperarme, salvarme de esta locura que le he dejado. Pero no estoy segura de querer ser salvada. Ya no logro encontrarme en este laberinto de deseo y dolor que he creado.
Aleksandr reacciona de inmediato, sus brazos se tensan, apretándome más cerca de él, como un león que protege a su presa. Un desafío silencioso entre él y los trillizos. Un enfrentamiento inminente. Me impide moverme, responder, huir. Y todo lo que puedo hacer es quedarme allí, en sus brazos, sabiendo que, pase lo que pase, estoy perdida.
AleksandrLos miro, cada músculo de mi cuerpo tenso, listo para reaccionar ante el más mínimo intento de su parte. Sé lo que quieren, sé lo que esperan. Pero Yvi es mía. Siempre lo ha sido, y tendrán que enfrentar esta realidad. Pueden intentar arrebatarme lo que tengo, pero descubrirán que están a años luz de comprender el vínculo que he forjado con ella.La mantengo contra mí, mi mirada desafiante, sin dejar ninguna duda sobre mis intenciones. Pueden intentar recuperar lo que les pertenece según sus reglas. Pero yo juego según las mías.AleksandrLos veo entrar, y sé que saben. No es un simple cambio de humor, es una metamorfosis. Un nuevo destello en su mirada. ¿Terror? No. Rabia. Pérdida. La conciencia de que algo se les escapa definitivamente.Su andar ya no tiene nada de los antiguos señores conquistadores. Han venido por ella. No por una guerra. No por un ajuste de cuentas. Por Yvi. Por lo que lleva dentro. Por el niño.Mi brazo se cierra a su alrededor, como si pudiera sellar
Capítulo 1 – El llamado de la lunaHiedraEl bosque respira. Cada rama cruje como si escondiera un secreto. El aire está cargado de humedad, resina y algo más… algo antiguo. Camino sin hacer ruido, mi aliento entrecortado, los pasos livianos como sombras. La noche abrasa, densa, sofocante. Como si el mundo entero contuviera la respiración.No debería haber venido.Lo siento en los huesos.Algo me sigue.Aferro la tela de mi vestido. Mi corazón golpea con violencia. No veo nada, pero lo percibo: una presencia que me acecha. Invisible. Salvaje. Implacable.Un crujido entre las hojas.Me detengo en seco.La oscuridad se espesa a mi alrededor. Mi garganta se cierra. Quiero correr, girar sobre mis talones, escapar. Pero mis piernas se niegan.Y entonces los veo.Tres pares de ojos brillan en la penumbra.Sombras vivas, deslizándose entre los troncos como depredadores en cacería. Lentamente emergen de la nada.No son hombres.Son bestias.La luna revela sus siluetas. Altos. Desnudos. Irreal
Capítulo 2 - La marca del deseoHiedraQuisiera protestar. Gritar. Huir.Pero mi piel arde. Mi aliento se quiebra.Están demasiado cerca.KaelMe deslizo detrás de ella, el pecho apenas rozando su espalda.Puedo sentir cada emoción que la atraviesa.Pelea. Lo noto en la tensión de sus hombros, en cómo aprieta los dedos contra la tela de su vestido.Pero no se aparta.—¿Quieres luchar, Ivy?Mi voz es un susurro que se enreda en su cuello.Su respiración se acelera.—Entonces lucha.¿Cómo se lucha contra uno mismo?LyamEs sublime, atrapada entre nosotros. Su cuerpo tiembla, sacudido por una ola que apenas comienza.Lo veo. Lo siento.Aún no lo entiende. Pero su alma ya nos llama.—Mírame.Tomo su barbilla con cuidado. Ella tiembla.Sus ojos se alzan hacia los míos. Una tormenta eléctrica ruge allí.Está cediendo.HiedraMis piernas flaquean. El pensamiento se deshace.—¿Qué me han hecho...? —susurro.SorenFinalmente, hablo.Mis palabras son escasas, pero cuando llegan, atraviesan.—No
Capítulo 3 – El equipoHiedraCorro.El aire nocturno me azota la cara, pero no puedo escapar de su presencia.Están ahí.En todas partes.En mi aliento entrecortado, en el calor que no abandona mi piel, en la emoción que aún me atraviesa.Me marcaron.Y me aterra.Me hundo en el bosque, la oscuridad devorando mis pasos desbocados. El corazón me late con tanta fuerza que temo que se me salga del pecho.—Corre todo lo que quieras…La voz de Kael resuena. Está cerca. Demasiado cerca.Me doy la vuelta, pero no hay nadie.Solo la oscuridad vibrando. El silencio, opresivo.Una risa se desliza a mi izquierda.—Entraste, ¿verdad?Es Lyam esta vez.Aprieto los dientes.—¡Salgan de mi cabeza!—No estamos ahí —susurra Soren, su voz apenas un aliento tras mi espalda.Me congelo.Están aquí.Su presencia me envuelve como una sombra viva.Cierro los ojos un instante, tratando de recuperar el control. Pero al abrirlos, Lyam está justo frente a mí.Sin ruido. Sin advertencia.Solo él.—Déjate ir.Re
Capítulo 4 – Bajo su agarreHiedraLyam me arregla. Sus ojos dorados arden con una intensidad que me inmoviliza.Avanza. Lento. Con esa seguridad aplastante que me hace querer huir… o lanzarme sobre él.—Mírame —susurra.No quiero.Quiero desaparecer.Pero mis ojos se elevan, lo encuentran.Y ya está.Caigo.En ese abismo incandescente que me abre sin decir una palabra.En ese vínculo invisible que me envuelve, que me asfixia y me abraza al mismo tiempo.Sonríe. Casi satisfecho.—Entonces…Calor tras mi espalda.Kael.Su presencia es un veneno. Una trampa.Ni siquiera necesita tocarme para que mi piel se estremezca con su aliento.—Eres tan reactiva, Ivy…Su voz me roza el cuello como una caricia.Cierro los ojos. Mi respiración se descontrola.—No…—No mientas —interrumpe Soren, su voz profunda corta el aire.Él también se acerca. Más lento. Más contenido.Pero su mirada es una promesa que me desarma.Me estudia. Cada temblor. Cada latido desbocado de mi corazón.—Sientes el vínculo,
---Capítulo 5 – La intoxicación del enlace---HiedraMi aliento es corto.Mi piel arde bajo sus miradas.Están allí, rodeándome, como un círculo de fuego que espera, paciente, que la presa se rinda.Pero no soy una presa.Me niego a serlo.Y aun así... mi cuerpo me traiciona.Lyam.Kael.Soren.Su sola presencia hace vibrar algo en mí. Algo primitivo. Salvaje. Desconocido.Algo que me aterra.—Para… —susurro, con la voz hecha cenizas.Kael se ríe. Esa risa suya, baja, ronca, peligrosa, hace que mi estómago se contraiga.—¿Parar qué, Ivy?Está detrás de mí. Su pecho contra mi espalda.Su mano recorre mi brazo, lenta, hasta enredar sus dedos con los míos.—¿Parar de tocarte?—¿Parar de darte lo que deseas? —murmura en mi oído.Me enojo.Quiero escapar.Pero también... quiero rendirme.Entonces Soren irrumpe con su voz de acero.—Ella todavía pelea.Su mirada me atrapa. Oscura. Incisiva.—¿Para qué?Mi garganta se cierra.¿Para qué...?Porque esto es una locura.Porque es imposible.Po
--Capítulo 6 - El Despertar del Enlace---HiedraNo puedo respirar.Su calor me envuelve.Su presencia me abruma.Y, sin embargo, en vez de huir… mi cuerpo lo busca.Es una locura. Un peligro.Pero también una certeza.Lo siento en mi sangre. En mis huesos.—Detén… —susurro, mi voz temblando mientras me alejo.Lyam me observa con una sonrisa ladeada.—¿Detener qué, Ivy?Kael se inclina hacia mi oído, su voz como un susurro ardiente.—Dinos lo que sientes.Cierro los ojos. Niego con la cabeza.No puedo. No debo.Pero entonces, Soren da un paso.Su mirada me atraviesa.—Esto no es una elección —murmura.Alza la mano. Sus dedos rozan mi mejilla.Una descarga atraviesa mi piel, me sacude entera.Retrocedo, jadeando.—Es una certeza.El suelo desaparece bajo mis pies.Y dentro de mi pecho, algo se rompe.---LyamElla sigue luchando.Pero ya lo sabe.Su cuerpo nos reconoce.Su alma nos llama.Extiendo la mano y rozo su cuello con la yema de los dedos.Se estremece violentamente.—¿Lo sien
---IvyEl silencio entre nosotros está cargado de demasiadas cosas.De deseos inconfesables.De verdades que me niego a escuchar.De algo más fuerte que yo.Sus presencias me envuelven. Lyam, dominante e implacable. Kael, juguetón y esquivo. Soren, frío e implacablemente paciente.Me observan como una presa, pero no es el miedo lo que hace temblar mi aliento.Es esa sensación insidiosa que se enrosca a mi alrededor.— Suéltame, susurro, sin creerlo.Ninguno de ellos se mueve.Kael desliza un dedo a lo largo de mi brazo.— ¿De verdad quieres que paremos?Su voz es una caricia contra mi piel.Mi cuerpo me traiciona. Cierro los ojos, un escalofrío incontrolable recorriéndome.Están demasiado cerca. Demasiado ardientes.Y yo... estoy a punto de hundirme.---LyamElla es magnífica en este intermedio, al borde de la rendición.Siento su respiración entrecortada, su piel temblando bajo nuestra proximidad.Ella lucha.Quiere huir.Pero ya está atrapada.Deslizo una mano en su cabello, oblig