Ignoré los gritos e insultos de Luis y salí despreocupada con mi bolso.

Él siempre se presenta ante mí como si fuera un gran hombre, como si casarse con él fuera un logro para mí, como si unirme a su equipo de investigación fuera solo gracias a su influencia.

Pero Luis se olvidó de algo muy importante. Tengo buenas cualidades en varios aspectos y siempre he tenido muchos pretendientes. Al principio, él se sentía inseguro y con complejo de inferioridad. Temía que me enamorara de otro, así que me hizo rechazar todas las propuestas que se me presentaron y no me permitió relacionarme con hombres de mi edad.

En cuanto al equipo de investigación que Luis formó, el tema de estudio lo propuse yo y también proporcioné el financiamiento. Fue él quien me habló con dulzura para que le cediera el tema de investigación. Incluso los dos proyectos de investigación de los que me hablaste anteriormente, fueron ideas mías.

¿Qué derecho tiene para comportarte de esa manera tan arrogante frente a mí?