- ¡Qué bueno que viniste rápido Catalina, necesitamos hablar urgente! –Hablo María mientras abría la puerta para que su amiga entrase a su casa.
- No te preocupes, para eso están las amigas, ahora dime ¿Cómo está tu esposo y tu hija?
- Daniel ya está mejor, aunque le dije que se quedara, no me hizo caso y hoy otra vez salió muy temprano a buscar trabajo, y sobre Alicia, es por lo que te llame, necesito que me ayudes con un consejo sobre lo que hacer con ella. –María agarro dos tazas de café y las llevo a la sala, después de terminar de hablar.
- Cuéntame, ¿es algo relacionado sobre el matrimonio con ese joven rico del que me hablaste? –Catalina pregunto de manera curiosa mientras, para después tomar un sorbo de café.
- Así es, todo estaba yendo bastante bien, Alicia ya había decidido a casarse con el señor Herrera para ayudar a su padre y a nuestra familia, pero esta mañana me acabe de enterar que mi tonta hija acabo estando embarazada de quien sabe quién. –María se mostraba muy moles