Alyssa
Observé la mesa con precisión y luego volví la mirada hacia la decoradora.
—Me gusta el color. —Dije pasando hacia la segunda mesa. —Pero es muy claro para mi gusto, pero aquel...—Mis dedos señalaron la mesa con manto rojo que se encontraba al otro lado del jardín.
—El manto rojo es muy lindo, Señorita Beckham. —Asentí con la cabeza sonriente. —Pero no creo que luzca bien si todo lo decoramos de rojo.
Solté una risa sin gracia.
—¿Cómo te atreves a decir eso? —La observé con incredulidad.
—Es solo un punto de vista profesional Señorit...
—¡Me importa una mierda tú profesionalismo! —Grité. —Aquí se hace lo que yo digo.
Harta de escuchar a la mujer rubia, decidí volver al interior de la casa en dirección a la cocina, necesitaba sin duda tomar un vaso de agua. Mi día había sido de lo más ocupado, pues en tan solo un mes seria mi fiesta de cumpleaños número dieciocho y mi padre ya había mandado a un gran personal para escoger la decoración de la fiesta. Me encontraba lo bastante emo