-Que te apures, dice mi mamá.- escucho la voz de mi hermano desde la puerta de mi cuarto, como tengo la cabeza metida en el closet buscando entre los zapatos a Sigurd, sin resultados de hecho, tengo que asomarme a mirarle la cara a Anthony.
-¿Para qué?
-Que se van a la peluquería a arreglarte ese pelo, en caso que no quieras podemos cantar juntos la de Chandelier.- dice yéndose tranquilamente hacia su habitación.
Suelto un suspiro de resignación. Ni encuentro a Sigurd y no he tenido oportunidad de hablar con Chamuel. Termino de recoger el desastre en el suelo, me baño y me visto para ir al salón.
-¿Qué llevas ahí?- me pregunta mi madre vié