El proceso de separar de la totalidad de las almas la porción de sufrimiento que las manchaba duró un poco más de lo esperado, y aunque consumió una parte importante de su energía espectral, Erika se sintió orgullosa de sí misma cuando el resultado fue una burbuja llena de energía negativa o sufrimiento y una cantidad de almas que habían sido limpiadas y liberadas hacia la inmensidad del cielo.
Sentándose en una silla que Rafael le acercó, Erika tomó aire profundamente y se limpió el sudor que se había acumulado en su frente por el esfuerzo hecho.
-¿Cómo te sientes?- le preguntó Gabriel poniéndose de rodillas a su lado mientras sujetaba su mano y la miraba con ojos de preocupación.