4 meses después.
Bajo de la camioneta de Stephen y observó mi antiguo hogar.
Hemos venido a México, Leila ha querido ir a Argentina a verme pero al parecer su jefe no le ha podido dar vacaciones, por lo tanto, tuve que venir yo para poder vernos.- Comienza a pesarme la panza. - Digo al ver la gran barriga que ya tengo.
- Te ves hermosa - Dice Stephen y le regalo una sonrisa.
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Terminó la llamada con Leila, vamos a vernos en un restauran ya que muere de hambre.
Leila no sabe que estoy embarazada, realmente será una sorpresa para ella y me muero por ver su cara.- ¿Todo bien? - Pregunta Paulina cuando llegamos al restauran.
- ¿Me veo bien? - Pregunto nerviosa.
- Ni embarazada pierdes el estilo - Responde Paulina riendo.
Pasamos al restauran y escogemos una de las mesas que están en la parte de arriba, esas tienen un poco más de privacidad.
Subimos y vemos que tienen varias mesas reservadas aquí.- ¿Viene mucha gente? - Pregunto a Stephen.
- Normalmente empresarios y abogados, suelen venir aquí a hablar de negocios o algo por el estilo.
Asiento y llegamos a nuestra mesa, me siento y suelto un suspiro.
- Ya deberías de empezar a dejar los tacones. - Dice Paulina al verme.
- No me gustó como me veía con zapatos bajitos. - Digo y hago una mueca.
- Eres imposible. - Dice Paulina y todos reímos en la mesa.
Gracias a Dios, la mesa alcanza a cubrir mí bebé precioso.
Volteo y veo que Leila viene llegando, sonríe al verme y Stephen se levanta para ayudarme a levantarme.
- ¡Ahhh! - Grita Leila y corre hasta mí.
- Hola - Sonrió nerviosa.
- ¿Estás? ¡Dios mío!
- Embarazada - Digo riendo y Leila me abraza con cuidado.
- Jamás pensé verte embarazada, deben estar muy buenos en Argentina. - Dice riendo.
- ¿Ya sabes el sexo del bebé? - Pregunta emocionada.
- Apenas iré en dos semanas para saber.
- ¿Cuantos meses tienes?
- Siete meses ya.
Leila me vuelve a abrazar emocionada y pasamos a sentarnos juntos a la mesa.
- Me deja muy tranquila saber que Stephen y Paulina son los que te cuidan. - Dice Leila.
Comenzamos a conversar sobre todo lo que hemos vivido este tiempo, me acabo de enterar de que Leila está enamorada de un chico que llegó a trabajar a un local cerca de su trabajo.
Agradezco muchísimo que no toquemos el tema de James, para mí es mucha tranquilidad eso.- ¿Quieres que nos vayamos a otro lugar? - Pregunta Stephen en mi oído.
- No ¿por? - Pregunto confundida.
Stephen lleva su vista a la entradita, volteo también y veo a James llegando al lugar con toda su familia.
De inmediato un dolor de estómago llega a mí, los nervios se apoderan por completo de mí cuerpo.- ¿Qué hace aqui? - Pregunto un poquito alterada.
- ¿Quién? - Pregunta Leila y voltea.
- No tengo idea, te juro que yo no le dije nada. - Dice Leila
- Vámonos por favor. - Digo y todos se ponen de pie rápidamente.
Me levanto y Stephen me toma de la mano, lo miro y me tranquiliza un poco ver sus ojos y la tranquilidad que hay en ellos.
- ¿Jenny? - Escucho la voz de Carol y aprieto los ojos.
- Tranquila. - Dice Stephen.
Me giro para encontrarme con Carol, puedo ver a todos los Brook y su mirada bien puesta en mí, sobre todo en mi vientre.
- ¿Cómo estás? - Actuó de manera bastante normal.
- Muy bien, te he extrañado mucho. - Dice Carol acercándose a mí.
Al llegar a mi observa mi vientre y sonríe, me da un abrazo y me lleva hasta la mesa en donde se encuentran. No suelto la mano de Stephen, la verdad me da mucha tranquilidad y me siento demasiado protegida en estos momentos.
- Buenas tardes. - Digo al llegar a la mesa.
Todos me responden y me regalan una sonrisa, llevo mí vista a James, lo veo serio y mirando la mano con la que tengo a Stephen.
- Bueno, sólo vine a saludar rápido, es que ya tenemos que irnos. - Digo nerviosa.
- Pero ¿Como has estado hija? - Pregunta la madre de James .
- Muy bien, me encuentro muy bien.
- Te ves preciosa con tu pancita - Dice Bryan y se levanta a abrazarme con Drake.
Suelto la mano de Stephen para poder abrazarlos bien.
- Tenemos mucho que hablar. - Susurra Drake en mi oído y asiento.
- Mi número es el mismo - Susurro también.
- A ver cuando nos ponemos de acuerdo y te invitamos a comer hija. - Habla la madre de James.
- Sería un placer, sólo que me tendrían que avisar con tiempo para viajar para acá. - Respondo sonriendo.
- ¿Se acaban de reencontrar ustedes? - Pregunta James serio.
- Sólo con Leila. - Respondo.
James asiente y se levanta, nos observa y se da la vuelta yéndose en dirección a los baños.
Me despido rápidamente de la familia de James y salimos del lugar.
Al salir tomo aire y me siento más tranquila y sin presión.- Debes controlarte más, le va a hacer daño al bebé. - Dice Paulina.
- Ni siquiera tuve tiempo de asimilar - Respondo tratando de tranquilizarme.
- Esta bien pero debes controlarte mas.
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Observo la tele pero no dejo de pensar en lo que pasó en el restauran, Stephen y Paulina ya se han ido a su casa, en unos días estaré de regreso en Argentina.
Envío un mensaje de texto a Paulina de que tengo antojo de crepas y también de helado, continuó observando la tele. Escucho el timbre y me levanto descalza a abrir.
- Que servicio tan exprés - Digo abriendo la puerta.
- ¿Te parece? - Observó a James parado.
- ¿Qué haces aquí James?
- Vine nada más a que me des explicaciones, creo que me lo merezco.
Suelto un suspiro y me hago a un lado para que James pueda pasar, cierro la puerta y me giro para hablar con el, al girarme siento las manos de James jalandome y nuestros labios se estampan.
Lo aviento con fuerza y James se separa de mí.
- ¿Qué carajo haces? ¿Cuando te pedí que me besaras James?
- Lo siento, me deje llevar. - Responde serio.
- Vete por favor, estaba dispuesta a hablar contigo pero por favor vete.
Abro la puerta de nuevo para que James salga, James sale pero se queda parado viéndome.
- Sólo dime una cosa ¿de quien es el bebé que estas esperando?
- ¿Para qué quieres saber?
- ¿Cuánto tiempo tienes de embarazo?
- Siete meses James. Pero creo que son cosas en las que no deberías de estar interesado.
- Hace siete meses te fuiste Jenny, por favor dime quien es el padre.
- Crepas y helado. - Volteo y veo a Stephen llegando.
- ¿Todo bien? - Pregunta Stephen.
- Sí, James ya se iba.
- Creo que ya no necesito que me respondas, me acaba de quedar claro quien es el padre de tu bebé.
James se da la vuelta y se va furioso, Stephen me observa sin saber que es lo que acaba de pasar y yo suelto un suspiro, las lágrimas comienzan a salir, Stephen entra y cierra la puerta. Me abraza y yo me permito llorar, me siento muy mal, sé que el padre de mí hijo es James pero no quiero decirlo, estaba dispuesta a criar sola a mi hijo en Argentina, jamás pensé que me iba a encontrar con James aquí y menos que se iba a interesar de esta manera en mí.
FIN.