Respiro profundo, deseando calmar el dolor que se centra con fuerzas. Cierro los ojos y asiento, sabiendo que el final se ha acercado y abofeteándome mentalmente porque mi corazón aun guarda las esperanzas.
Unas que debo ahogar y si no mueren quemar, porque no puede permitir querer a alguien que no me valora. No puedo amar a alguien que no le importa destruirme, porque es eso lo que está haciendo justo ahora.— Necesito que hablemos a solas. — digo y una risa escandalosa se escucha.— De verdad que no te quieres, ¿realmente crees que quedándote a solas, vas a causar que él cambie de opinión? — pregunta Flavia en tono burlón.— ¿Debo utilizar a los chicos para algo tan escandaloso como es que te saquen a patadas? — pregunto mirando hacia la silueta borrosa de Flavia.— No te atreverías.— Rétame, Danell. Solo ponlo por duda y enton