Danell ayuda aunque es brusco. Es como si culpara a los chicos por lastimarse y eso causa que la mayoría se lo piense dos veces para tratarse las heridas. Ya que, no se acercan a mí, por la mirada asesina de mi esposo y tampoco, se acercan a él por lo brusco que es.
Así que, solo Darwin está trabajando y parece que lo hace mal. sus vendajes me dicen ello. Por eso, suspiro profundo y camino hacia Danell, para después sentarme en sus piernas y sonreírle— ¿Ya has terminado? — pregunta Danell y yo me acerco a sus labios.— ¿Qué tanto disfrutas de nuestro tiempo en la cama, cariño? — pregunto acariciando el cabello cerca de su nuca.— Sabes la respuesta, Dove. — dice mi esposo y yo comienzo a asentir lentamente, preparándome para la pregunta que voy a hacerle.— ¿Cómo te gusta que te bese? — pregunto curiosa y &e