— Tengo a la mejor enfermera del mundo — Reí ante eso.
Enzo no cambia ni estando herido.
Lo amo
— Tranquilo tienes que comer bien, abre la boca — Le pedí para darle cómodamente la comida
— Mi pequeña Sarah con tus cuidado sin duda me recuperaré muy pronto, me siento muy afortunado — Me dijo sonriendo
— Aun estas débil, tienes que reposar, sentí que moría al saber que estabas gravemente herido — Le dije con sinceridad
— Soy un hombre fuerte, no me iba a dejar vencer, ahora el infeliz de Matteo ya se encuentra preso, nunca va salir de la cárcel, ya mis abogados están manejando todo este asunto
— Efectivamente, lo malo es que aún no se sabe nada de Anna y ella es una loca desquiciada loca de amor por ti
— Anna tenia el respaldo de Matteo pero ahora esta sola, dudo mucho que se atreva a hacernos algo malo
— Eso espero de verdad porque no quiero otro susto como este.
Los días pasaron tranquilamente, por fortuna mi embarazo iba muy bien, me sentía muy afortunado por tener a Enzo y a mi