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Punto de vista neutro.

Solimán está molesto con su hermano, quien se ha ido con un grupo de hombres a asaltar el ala este de la casa de la manada, en donde piensa capturar a la traidora hija del alfa.

Lo ha excluido de su incursión furtiva, a pesar de que ha sido él quien le ha dado toda la información que necesitaba para hacerlo.

“¡Hasta le he dicho que vi cómo se iban los guerreros lobo de la puerta de Mariah!”, se queja amargamente, mientras merodea el jardín de la manada y la puerta que tanto lo inquietaba la última vez que paseó por ahí.

Pero se queda pasmado, en cuanto nota que se abre de repente, mostrando la cara del alfa de la manada, quien se nota muy feliz y va a paso acelerado a algún sitio.

Sin embargo, hay una cosa que nota de inmediato en cuanto se abre la puerta.

Es un aroma muy conocido en su manada, puesto a que Boris, su alfa, suele dejar su casa impregnada con él, sin importarle el descontrol que se forma entre los miembros de la manada, quienes se entregan al