Eli se había quedado petrificada, la confesión del ruso la dejó en shock. No tenía pinta de mafioso, pero como dice el dicho: "las apariencias engañan." Pero el hombre que le gustaba era mafioso y eso no seria bueno, ella había escuchado mucho sobre la mafia y sabía que era peligro. No sabía si llorar o tranquilizarse, ¿Por qué le pasaba esto a ella? ¿Por qué el hombre que le gustaba, era mafioso?
—¿Me matarás? ¿Me violaras? —preguntó. —¿Me venderás? — Dante negó, iba acercarse, pero ella retrocedió. —No te acerques, solo contéstame.
—No te haré nada de eso. — respondió sincero. —No te haré daño, sé que tal vez cometí el error de secuestrarte, pero no sabía cómo conquistarte. — ella sonrió con ironía.
—Esa excusa es muy mala. — exclamó. —Te hubieras acercado como todo el mundo, pidiéndome el número o invitándome a comer.
—Eso no se cómo va, lo olvidé. — Siseó. —No te haré daño, Eli. Solo déjame acercarme a ti y conquistarte.
—Eso es imposible. — él negó. —Si, yo solo te puedo ofrec