—Te dije que la empleada organizaba todo mañana—. Esteban le ayuda a recoger lo último que falta. Son más de las 11 de la noche y Kiara siente que no puede dar ni un paso más.
—No puedo irme a dormir sabiendo que estaba ese desorden. Lo importante es que ya tengo lo que supuestamente una chica necesita—. Suelta un largo suspiro y se desploma en el sillón.
—Debo admitir que Alonso es un profesional, pero insoportable—. También se desploma sobre el sillón.
—Gracias, Esteban, gracias por tu paciencia y todo lo que has hecho por mí. Eres como mi hermano mayor, quien me cuida y me protege—.
—Claro…—. Murmura y hace silencio, quedando pensativo.
—¿Dije algo malo?—. Kiara lo mira con intriga y, a la vez, preocupada porque siente que fue muy lejos al decir que es como un hermano. No sabe si él también la ve así o si todo sigue siendo parte de su trabajo.
—No… me parece bien que me veas de esa forma. Bien, mañana es un día importante. Tengo un caso por cerrar y, si lo hago, los Nguyen seg