—¡Kiara, siéntate ahora mismo!— el señor Watson le ordena con autoridad.
—No lo haré…— lo mira con desprecio —No más.
—¡Kiara!— su madre se coloca de pie —Recuerda lo que hablamos. Aquí está el esposo de tu hermana y es la celebración de ellos, no lo arruines.
—Como soy el mayor desastre de esta familia, eso lo hubieras pensado antes de organizar esta payasada— Kiara mira a Archie, quien no le ha quitado la mirada.
—Estás muy equivocada, Cleo. No tengo nada que envidiarte, al final la única que siente envidia en este momento eres tú. El hombre que tanto te gusta me está proponiendo matrimonio y debes estar muriéndote de los celos— sonríe con debilidad.
—Estás castigada— el señor Watson se coloca de pie —Malagradecida— le acerca y la agarra del brazo, ejerciendo fuerza y lastimándola.
—Suéltala ahora mismo— ordena Villarreal.
—Es mi hija y la estoy educando, señor Villarreal— le responde con desdén.
—Suéltala o te vas a arrepentir de no hacerlo— lo sentencia, y el