CAPITULO 73
Darío y Romeo, llegan con regocijo a la manada, es imposible no ser feliz después de una victoria tan aplastante como está , lo único que podían hacer era celebrar.
Aurora se siente en casa, como un lugar nuevo, pero a la vez con ese toque de saber que si está en su hogar, reconoce el entorno, lo que la rodea.
Inés corre y llega a los brazos de su hija, cae y se raspa las rodillas, para ella esto que ocurre es un milagro, su hija está a su lado, quiere demostrarle que la ama.
Aurora se asusta, para ella Noelia la misma que camina junto a ella como prisionera era su madre, pero ahora Inés con un amor maternal que ella desconocía se presenta como ese ser que la cuidara.
— Yo sé que estás confundida, y que todo esto es nuevo para ti, pero te juro que voy a hacer que te sientas seguro en tu entorno, hasta que la memoria regrese — Inés la ve con ojos de amor, esos ojos llenos de esperanza que hacen sentir a Aurora en un lugar seguro, su hogar.
Entra a la casa, siente que tiembl