Cap 35. La marca.
DEVAN
Está ahí. Entre la multitud, con su gente, con su padre… en su mundo. Se ve feliz. Se ríe. Brilla.
Y yo, no sé cómo reaccionar cuando lo veo.
Ese maldito Alfita de Norvak la acaricia. Le aparta un mechón de cabello, le habla demasiado cerca.
Mi sangre hierve.
Mi mandíbula truena.
La rabia sube como una ola violenta en mi pecho.
Quiero gritarle.
Quiero arrancarla de ahí.
Quiero recordarle que es mía. Aunque la haya maldecido, aunque haya renunciado a ella, mi marca sigue ahí, intacta en su piel.
Y eso solo significa una cosa.
"Onyx Riberton me pertenece".
Paso toda la fiesta como un maldito idiota, escondido tras un par de cervezas, con los ojos fijos en ella como un lobo hambriento acechando su presa.
La veo bailar, reír, abrazar.
El Alfita no se despega. Ella no parece rechazarlo.
Y yo… no puedo moverme.
El amanecer me encuentra aún allí, cuando él la acompaña hasta su habitación.
La besa en la frente, como si tuviera ese derecho.
Ella sonríe.
Él se marcha.
Yo no.
Las cervezas