Miró la hora en su reloj de muñeca.
-Mamiii, quero un sumo- pidió una de las niñas.
-Toy burría- se quejó la otra -¿Onde tá titi Derek?-
-Espero que de camino- respondió su madre.
En cuanto dijo aquello lo vio aparecer.
-¡Ahí tá, mami!- señaló la segunda niña que había hablado.
El moreno llegó frente a ellas.
-¡Titi!- la niña extendió sus bracitos hacia él.
-Hola nena- saludó Derek al mismo tiempo que la alzó en brazos.
La niña le dio un sonoro beso en la mejilla.
Elenah sonrió.
-Se te dan bien los niños- observó.
-No empieces- se burló Derek con la niña en peso.
-No empiezo, solo digo lo que veo-
La otra niña, bebiendo de su zumo miró