-Ryan, eeh Ryan-
-¡Que no voy y punto!- decretó el castaño claro.
Gideon consiguió apresarlo entre sus brazos.
Acomodando el rostro en el hueco entre su cuello y hombro, Gideon musitó:
-Chiqui, solo será una fiesta de protocolo-
Ryan agarró de sus manos al mayor.
-Dejalo-
Gideon tragó saliva.
-Qué-
Ryan se giró entre sus brazos para quedar cara a cara con él.
-Dejalo Gid- repitió -No...no necesitas estar...ahí-
Gideon le miró.
-Hacemos lo que te gusta, soy todo tuyo, no necesitas estar ahí- dijo Ryan asiéndole de la cara.
Gideon entrelazó sus dedos con los suyos y besó sus manos.
-Vayamos éste fin de semana a esa fiesta y...hablaré con los otros Mayores-
-¿Me lo prometes?-
Gideon asintió con la cabeza a la vez que dijo: