La mañana, normalmente ajetreada en la sede de Grace Corporation, se transformó en un campo de batalla de susurros afilados y miradas punzantes. El personal y los ejecutivos se lanzaban miradas mientras Olivia Grace cruzaba el vestíbulo principal con pasos firmes y una expresión indescifrable.
Como una de las directoras ejecutivas más respetadas en la industria de bienes raíces y logística, la presencia de Olivia solía ser recibida con admiración. Pero hoy, su aura parecía opacada por un rumor que se esparcía más rápido que el fuego:
“Olivia Grace está alojando a su exmarido arruinado y al hijo de su aventura.”
—¿Lo recibió en su casa? ¿No fue él quien la dejó por otra mujer? —susurró una empleada de relaciones públicas.
—Y ahora el hijo ilegítimo también vive con ella. Increíble. Una CEO como ella... parece tan débil —respondió otra.
Las voces eran bajas, pero no lo suficiente para escapar del oído de Olivia. Siguió caminando, entrando al ascensor ejecutivo, con la mano fuertemente a