SLOANE D’MARCO
—Esto es una bomba y puedo asegurarle que el consejo ya se enteró de que esta información está circulando, se darán cuenta de que no pueden arrancarla de las manos de todos los editores de la ciudad, así que no perderán tiempo en silenciarla —contestó el editor con ansiedad y posó ambas manos en mis hombros—. ¿Donna no le informó de lo peligroso que es este negocio? Meterse con los de arriba es firmar una condena de muerte. Muchos reporteros terminan tres metros bajo tierra por culpa de la verdad.
»Yo le recomiendo que se vaya a casa ahora y que tenga mucho cuidado. No sabe qué tan rápido tomarán acciones contra usted, pero tenga por seguro que lo harán.
Salí presurosa del edificio mientras llamaba a Derek. El plan era que haría esto sola, aún recuerdo advertirle que no quería que me acompañara. ¿Por qué? Bueno, pensé que Berenice necesitaría más de su ayuda que yo. ¿Cuál era el problema al entregar estos documentos a los periódicos más reconocidos? Pensé que el caos