CRISTINE FERRERA
—Mi madre murió enferma, Jerry fue quien nos dio dinero para meterla a un hospital, pero había sido demasiado tarde y ella murió sabiendo que su madre era una egoísta de mierda que prefería verla muerta a brindarle ayuda. —Carla tomó por el mentón a Zafrina, obligándola a levantar su rostro lloroso hacia ella—. Te dimos vergüenza y nos diste la espalda. ¿En verdad creíste que venía con intenciones de reconectar? ¿Pensabas que de pronto se me olvidaría todo lo que nos hiciste y que lo único que me interesaba era tener el amor de una abuela egoísta y mezquina como tú?
»Todo lo que pudo ser de mi madre y mío se lo ofreciste a una mujer que ni siquiera era de tu familia. Una madre soltera que bailaba en un club nocturno y sacudía el trasero como una puta frente a hombres asquerosos.
Entonces Carla envolvió el cuello de Zafrina entre sus manos y comenzó a apretar mientras sus ojos se llenaban de furia. Zafrina se removía queriendo escapar de sus garras y su rostro se con