Mundo ficciónIniciar sesión𝟸𝟺 𝚍𝚎 𝚘𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎 𝚍𝚎 𝟷𝟿𝟼𝟽
𝙰𝚗𝚜𝚎𝚕
Alethia despertó cuatro días después de mi última visita. Pero seguro se arrepintió en el mismo instante que abrió sus ojos.
—¡Es increíble que este periódico publique artículos tan amarillistas! —Evander vociferó, poseído por el coraje. Su mandíbula está pronunciada y sus brazos se extienden y mueven a conciencia propia, amenazando con lastimar a alguien con sus movimientos bruscos y torpes—. Y eso no es lo peor, ¿quién se atreve a escribir una columna pretendiendo que eres culpable del choque?
Casi de inmediato, lanzó el periódico sobre la mesa.
Nadie me miró. ¡Qué alivio! Pero es mejor alejarse, para prevenir.
—Me gustaría saber —continuó su madre—, ¿







