El carnaval de las almas perdidas (sexta parte)

 El despacho de Jorge Vargas era una oficina bastante agradable donde Rodrigo y yo éramos atendidos amablemente, sentados en sillas frente a su escritorio. El sujeto era un abogado fiscal que trabajaba en la Fiscalía de Delitos Sexuales, de poco más de 40 años, ataviado con traje, estaba perfectamente rasurado y tenía un buen cabello negro ondulado. Podía considerársele atractivo.

 —Usted fue uno de los pocos niños supervivientes del Orfanato Ruther –mencionó Rodrigo.

 —Así –reconoció— tenía unos 14 años cuando salí de ese espantoso lugar.

 —¿Qué... clase de cosas pasaban allí? –pregunté.

 —Toda clase a abusos y malos tratos –dijo con una cierta sombra en su mirada— resulta difícil sólo recordarlos. Me refiero a verdaderas torturas co

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo